Descubriendo el Sentido de tu Vida
¿Cuál es la causa de la mayoría de nuestras enfermedades?
¿Cuál es la causa más común de estrés en nuestra vida? ¿Y la de los ataques al corazón? ¿Y la de muchas de nuestras enfermedades? Aunque pueda sorprendernos a primera instancia, la causa más común de muchas de nuestras enfermedades es la falta de encontrar sentido a nuestra vida.
En el nuevo milenio mucha gente se preocupa por el mundo y nuestro lugar en él. Nos hacemos muchas preguntas acerca de cómo conseguir la felicidad. Tan a menudo en nuestros días tenemos todo tipo de cosas que se supone son para hacernos más felices: Títulos, buen trabajo, casa, familia… pero dentro de nosotros hay una voz apagada que nos continúa preguntando: ¿Es eso todo? ¿Eso es todo lo que hay? …¡No puede ser! ¡Tiene que haber algo más! Algo falta… pero ¿qué es?
Claridad de propósito
La respuesta de lo que nos falta es ‘claridad de propósito’. El poder saber responder a las siguientes preguntas: ¿Tiene sentido la vida?, ¿quién soy?, ¿qué deseo?, ¿qué siento?, ¿cómo me satisfago?, ¿qué he venido a hacer aquí?, ¿qué pasa tras la muerte?... Para la mayoría de nosotros, lo que la sociedad nos ha enseñado para poder responder a estas preguntas nos lleva a callejones sin salida. Nos deja todas esas preguntas sin respuesta.
Podemos saber cómo encontrar sentido a nuestra vida a corto plazo con metas y logros, pero a largo plazo continuamos luchando con la misma profunda pregunta: ¿Cuál es el sentido de mi vida? La respuesta a esta pregunta es una de las más importantes en nuestra vida. Conocer la respuesta nos pone los fundamentos para la real y plena satisfacción.
Podría ser que tú fueras una de esas personas que podría llenar fácilmente una página hablando sobre lo que tiene sentido para ti en la vida. Pero si lo comparas con la vida que realmente estás viviendo, ves que hay algo más que una pequeña diferencia. Pues aunque la gente pueda llegar a definir lo que es una vida con sentido, la vida que vive nada tiene que ver con su ideal.
Ésta falta de propósito se manifiesta en nosotros como una perpetua angustia. Pues aunque tengamos una vida con comodidades, podemos detectar una tristeza interior que ha estado allí desde hace tiempo, una pena que no es fácil de identificar, un vacío en lo profundo de nuestro ser…
Continuamente pensamos que si solo tuviera algo más, entonces sí que sería feliz. Solemos decir: cuando termine mis estudios…, cuando encuentre un trabajo…, cuando tenga un salario más elevado…, cuando tenga pareja…, cuando tenga hijos…, cuando mis hijos sean mayores…, cuando tenga una casa más grande…, cuando tenga un coche…, cuando tenga un coche mejor…, cuando tenga una pareja mejor…, cuando me jubile… Y sin darnos cuenta se nos ha escapado la vida. Pues aunque vayamos consiguiendo cada una de esas cosas continúa persistiendo el sentimiento de que algo nos falta, de que no sabemos exactamente qué es lo que queremos hacer con nuestras vidas.
Podemos esperar pacientemente hasta que nos jubilemos… o hasta que llegue nuestra muerte, si es que ya nos hemos conformado con ‘lo que nos ha tocado vivir’. Pero también podemos elegir encontrar el sentido de nuestra vida ahora, en este momento de nuestras vidas. Podemos elegir dejar atrás nuestras enfermedades y sentimientos limitativos y empezar a disfrutar de la vida en su máxima expresión.
Para ello habrá que dejar atrás años de condicionamiento, décadas de falsedad, y enfrentarse a la verdad. La verdad que nos permitirá vivir en completa libertad. La verdad que nos permitirá ‘ver la vida tal como es’ y no ‘tal como nosotros la vemos’, la verdad que nos permitirá crear una gran diferencia en nuestras vidas y en la de los demás.
¿Cómo encontramos la verdad?
Después de más de una década de búsqueda, encontré finalmente una técnica -Vipassana- que no solo me permitió encontrar la verdad, sino que me permitió curarme de una enfermedad considerada crónica e irreversible (Fibromialgia) y vivir una vida plena, con sentido, paz y armonía.
Desde entonces he encontrado muchas personas en mi camino, en distintas partes del mundo que también habían andado buscando. Habían experimentado con muchas técnicas y muchos distintos tipos de meditación pero no fue hasta que toparon con Vipassana cuando todo su mundo se transformó. Vipassana, les ofreció igual que a mí, una verdadera paz interior, revolucionando sus vidas con una nueva chispa, sanado sus enfermedades, incrementado sus niveles de energía, y armonizándolos con el mundo exterior.
La Técnica Vipássana
Es una técnica milenaria importada de Oriente cuyo nombre significa ‘ver las cosas como son’. Técnica que está teniendo mucho auge en nuestra sociedad occidental por los resultados que se obtienen. En tan solo 10 días el practicante puede sumergirse en el interior de su Ser y encontrar las respuestas a todos su preguntas. Allí, donde siempre han estado.
La técnica es tan espectacular en sus beneficios y el cambio que comporta es tan evidente, que deseé compartir estos conocimientos con el mayor número de personas posible. Para ello, me preparé durante 3 años en la India, cuna del renacimiento de esta técnica, para incorporar esta enseñanza dentro del programa de mis cursos. De ahí nació mi curso más completo llamado “El Viaje al Interior”.
El "Viaje al Interior”
Durante una semana o diez días, de inmersión completa, el participante trabaja codo con codo con los otros asistentes para dominar la técnica de controlar la mente, esa herramienta tan poderosa que sin habernos dado cuenta se ha adueñado de nosotros convirtiéndonos en esclavos de nuestros pensamientos. En el curso-retiro enseñamos a domesticarla, lenta y persistentemente, hasta que se doblega rendida ante nosotros, permitiéndonos sentir lo que hay detrás de ese gran silencio. Para ello necesitamos crear una atmósfera de silencio interior y exterior que facilita esa meticulosa labor de rendición incondicional.
“El Viaje al Interior” te liberará de las ataduras del pasado y del futuro –realidades que solo viven en tu mente -para poder gozar del eterno presente. El presente… el único tiempo en el que transcurre la verdadera existencia.
Lola Feliu
¿Cuál es la causa más común de estrés en nuestra vida? ¿Y la de los ataques al corazón? ¿Y la de muchas de nuestras enfermedades? Aunque pueda sorprendernos a primera instancia, la causa más común de muchas de nuestras enfermedades es la falta de encontrar sentido a nuestra vida.
En el nuevo milenio mucha gente se preocupa por el mundo y nuestro lugar en él. Nos hacemos muchas preguntas acerca de cómo conseguir la felicidad. Tan a menudo en nuestros días tenemos todo tipo de cosas que se supone son para hacernos más felices: Títulos, buen trabajo, casa, familia… pero dentro de nosotros hay una voz apagada que nos continúa preguntando: ¿Es eso todo? ¿Eso es todo lo que hay? …¡No puede ser! ¡Tiene que haber algo más! Algo falta… pero ¿qué es?
Claridad de propósito
La respuesta de lo que nos falta es ‘claridad de propósito’. El poder saber responder a las siguientes preguntas: ¿Tiene sentido la vida?, ¿quién soy?, ¿qué deseo?, ¿qué siento?, ¿cómo me satisfago?, ¿qué he venido a hacer aquí?, ¿qué pasa tras la muerte?... Para la mayoría de nosotros, lo que la sociedad nos ha enseñado para poder responder a estas preguntas nos lleva a callejones sin salida. Nos deja todas esas preguntas sin respuesta.
Podemos saber cómo encontrar sentido a nuestra vida a corto plazo con metas y logros, pero a largo plazo continuamos luchando con la misma profunda pregunta: ¿Cuál es el sentido de mi vida? La respuesta a esta pregunta es una de las más importantes en nuestra vida. Conocer la respuesta nos pone los fundamentos para la real y plena satisfacción.
Podría ser que tú fueras una de esas personas que podría llenar fácilmente una página hablando sobre lo que tiene sentido para ti en la vida. Pero si lo comparas con la vida que realmente estás viviendo, ves que hay algo más que una pequeña diferencia. Pues aunque la gente pueda llegar a definir lo que es una vida con sentido, la vida que vive nada tiene que ver con su ideal.
Ésta falta de propósito se manifiesta en nosotros como una perpetua angustia. Pues aunque tengamos una vida con comodidades, podemos detectar una tristeza interior que ha estado allí desde hace tiempo, una pena que no es fácil de identificar, un vacío en lo profundo de nuestro ser…
Continuamente pensamos que si solo tuviera algo más, entonces sí que sería feliz. Solemos decir: cuando termine mis estudios…, cuando encuentre un trabajo…, cuando tenga un salario más elevado…, cuando tenga pareja…, cuando tenga hijos…, cuando mis hijos sean mayores…, cuando tenga una casa más grande…, cuando tenga un coche…, cuando tenga un coche mejor…, cuando tenga una pareja mejor…, cuando me jubile… Y sin darnos cuenta se nos ha escapado la vida. Pues aunque vayamos consiguiendo cada una de esas cosas continúa persistiendo el sentimiento de que algo nos falta, de que no sabemos exactamente qué es lo que queremos hacer con nuestras vidas.
Podemos esperar pacientemente hasta que nos jubilemos… o hasta que llegue nuestra muerte, si es que ya nos hemos conformado con ‘lo que nos ha tocado vivir’. Pero también podemos elegir encontrar el sentido de nuestra vida ahora, en este momento de nuestras vidas. Podemos elegir dejar atrás nuestras enfermedades y sentimientos limitativos y empezar a disfrutar de la vida en su máxima expresión.
Para ello habrá que dejar atrás años de condicionamiento, décadas de falsedad, y enfrentarse a la verdad. La verdad que nos permitirá vivir en completa libertad. La verdad que nos permitirá ‘ver la vida tal como es’ y no ‘tal como nosotros la vemos’, la verdad que nos permitirá crear una gran diferencia en nuestras vidas y en la de los demás.
¿Cómo encontramos la verdad?
Después de más de una década de búsqueda, encontré finalmente una técnica -Vipassana- que no solo me permitió encontrar la verdad, sino que me permitió curarme de una enfermedad considerada crónica e irreversible (Fibromialgia) y vivir una vida plena, con sentido, paz y armonía.
Desde entonces he encontrado muchas personas en mi camino, en distintas partes del mundo que también habían andado buscando. Habían experimentado con muchas técnicas y muchos distintos tipos de meditación pero no fue hasta que toparon con Vipassana cuando todo su mundo se transformó. Vipassana, les ofreció igual que a mí, una verdadera paz interior, revolucionando sus vidas con una nueva chispa, sanado sus enfermedades, incrementado sus niveles de energía, y armonizándolos con el mundo exterior.
La Técnica Vipássana
Es una técnica milenaria importada de Oriente cuyo nombre significa ‘ver las cosas como son’. Técnica que está teniendo mucho auge en nuestra sociedad occidental por los resultados que se obtienen. En tan solo 10 días el practicante puede sumergirse en el interior de su Ser y encontrar las respuestas a todos su preguntas. Allí, donde siempre han estado.
La técnica es tan espectacular en sus beneficios y el cambio que comporta es tan evidente, que deseé compartir estos conocimientos con el mayor número de personas posible. Para ello, me preparé durante 3 años en la India, cuna del renacimiento de esta técnica, para incorporar esta enseñanza dentro del programa de mis cursos. De ahí nació mi curso más completo llamado “El Viaje al Interior”.
El "Viaje al Interior”
Durante una semana o diez días, de inmersión completa, el participante trabaja codo con codo con los otros asistentes para dominar la técnica de controlar la mente, esa herramienta tan poderosa que sin habernos dado cuenta se ha adueñado de nosotros convirtiéndonos en esclavos de nuestros pensamientos. En el curso-retiro enseñamos a domesticarla, lenta y persistentemente, hasta que se doblega rendida ante nosotros, permitiéndonos sentir lo que hay detrás de ese gran silencio. Para ello necesitamos crear una atmósfera de silencio interior y exterior que facilita esa meticulosa labor de rendición incondicional.
“El Viaje al Interior” te liberará de las ataduras del pasado y del futuro –realidades que solo viven en tu mente -para poder gozar del eterno presente. El presente… el único tiempo en el que transcurre la verdadera existencia.
Lola Feliu