Por qué te podría interesar realizar unas vacaciones de este tipo?
Mientras vivimos en India, y deseando escapar de los fuertes calores de Nueva Delhi durante las vacaciones de Semana Santa, elegimos viajar a Dharamsala, el lugar de exilio del Dalai Lama en la India, y de muchos otros tibetanos, que huyendo de la invasión China se asentaron en las estribaciones de la parte india de la cordillera de los Himalayas y así poder preservar su cultura abolida en Tibet.
Este hogar de acogida de los tibetanos en exilio se asienta en una serie de colinas que están entre 1.500 y 2.000 metros de altitud. La temperatura placentera de ese lugar, en contraste con el calor de Delhi que a mediados de marzo sitúa los termómetros sobre los 35 º C, invitaba a disfrutar de ascensiones hacia picos más altos donde la nieve estaba todavía presente. Caminamos por senderos escarpados bordeados por numerosos rododendros en flor que nos regalaban una dicotomía de colores vivos con sus ramilletes de flores rojas que contrastaban con el verde oscuro de los abetos.
Uno de los días, nos cogió lluvia al poco rato de iniciar la caminata, y tuvimos la suerte de poder resguardarnos en uno de los conocidos centros budistas internacionales, llamados ‘Tushita’. Pequeño centro, a las afueras de McLeod Ganj -la población que está un poco más arriba de Dharamsala-, situado en plena naturaleza, y muy cerca de donde nos hallábamos.
Pasamos varias horas en la salita de lectura de su pequeña biblioteca disfrutando de alguno de los libros que elegimos al azar de entre todos los que se hallaban en las estanterías, ¿o quizá ellos nos eligieron a nosotros? El libro que ‘me eligió’ a mí se titulaba: “Boundless Healing”, que traducido literalmente al español sería algo así como “Sanación sin Límites”. El prólogo que había sido escrito por Daniel Goleman -autor del conocido libro “Inteligencia Emocional”-, me gustó por su sencillez. Tomé unas pequeñas notas que hoy comparto con vosotros y donde incluyo un corto resumen traducido al español:
«Todos hemos tenido momentos en nuestras vidas en los que nos hemos visto absorbidos por la belleza de alguna cosa, o hemos estado ocupados haciendo algo que nos gustaba tanto que el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta. Estos luminosos momentos son tesoros en nuestras vidas ya que nos permiten escapar de nuestras preocupaciones cotidianas en las que la mente suele estar entretenida.
La esencia de este regalo es tener la mente y el corazón en paz. Los numerosos estudios científicos realizados en los últimos años sobre la relación que existe entre nuestro cuerpo y nuestra mente indican que estos luminosos momentos se reflejan en nuestra salud física. En la actualidad hay muy pocas dudas acerca de los beneficios que reportan estos estados de bienestar en nuestro sistema inmunológico el cual se hace más resistente a gérmenes, virus y diversas enfermedades del corazón.
Algunos factores que influyen sobre nuestra salud pueden escaparse a nuestro control (contaminación atmosférica, radiaciones de telefonía, contaminación alimentaria, etc.), pero uno delos factores de riesgo más importantes, y sobre el que sí podemos tener control directo, es el de nuestra mente.
A pesar de conocer este hecho, la medicina moderna –con su inmenso arsenal de máquinas y medicamentos- no puede decirnos como entrar en este estado de paz que puede ofrecernos tantos beneficios positivos para nuestra salud…»
Hoy día alcanzar dichos estados de paz y bienestar está al alcance de cualquier persona que lo desee. Sin necesidad de tener ninguna cualificación específica, ni de realizar ningún cambio drástico en su forma de vida. Es más que nada, como muchas cosas en la vida, cuestión de aprendizaje, cuestión de técnica. Creo que no hay nada que nos pueda beneficiar más en nuestra vida que aprender a descansar la mente cuando no la necesitamos, ya que es ahí, en la mente, donde se originan la mayoría de nuestros problemas, especialmente cuando nuestra mente está ocupada con pensamientos negativos que van desde penas del pasado a miedos del futuro, prácticamente la mayor parte del tiempo.
En el transcurso de mis largos años de búsqueda personal tuve la gran fortuna de toparme con la que para mí sería la técnica más sencilla y al mismo tiempo más poderosa para conseguir estos estados de paz y bienestar. La técnica era la meditación “Vipassana”. Opinión compartida por otros muchos ‘buscadores’ con los que me he cruzado en mis muchos viajes a través de distintas geografías, de distintas razas y credos. Una técnica que puede ser enseñada en escasamente 10 minutos, y que cuando la dominas te permite obtener tremendos beneficios: paz interior, ecuanimidad, objetividad, positivismo, mucha energía…, y a consecuencia de todo ello sanar dolencias físicas, mentales y emocionales. Una silenciosa revolución transformadora, como suelo llamarla yo.
Si bien es cierto que la meditación Vipassana es fácil de aprender, no lo es tanto el incorporarla en nuestros hábitos cotidianos. Para ello es necesario sumergirse una primera vez en un retiro de meditación de 10 días, en silencio, donde el participante no solo domina e integra la práctica de esta poderosa técnica de meditación sino que además realiza una profunda limpieza a nivel físico, mental y emocional, permitiéndole salir renovado y transformado. Es su trabajo personal durante cada día del retiro lo que le permite marcar un antes y un después, y llevarse puestas herramientas muy útiles para el resto de su vida.
Con la experiencia y los conocimientos adquiridos, en los 12 años de vivir en India investigando en el campo de la salud integral y la metafísica aplicada, hemos podido crear un retiro único, muy especial. Tomando como base la meditación Vipassana, le hemos incorporado una cuidadosa selección de actividades y técnicas complementarias que, junto con las enseñanzas que impartimos sobre el ‘Arte de Vivir’ y de ‘Ética de Vida’, el participante puede obtener resultados inmensamente gratificantes, consiguiendo acelerar su proceso evolutivo, de sanación, y lo que es más importante, de gran empoderamiento personal.
A este especial retiro le hemos dado el nombre de “Viaje al Interior”, rebautizado por muchos participantes al finalizar el retiro como ‘vacaciones mágicas’, precisamente por este gran efecto transformador.
¿Te animas a participar en este transformador retiro practicando ese noble silencio para obtener paz en la mente y apertura en el corazón? Si te sientes atraído por la propuesta, te esperamos con ilusión para acompañarte en este viaje de autodescubrimiento.
Si compartes esta información con tus contactos alguno podría beneficiarse inmensamente y quedarte eternamente agradecido.
Lola Feliu
Mientras vivimos en India, y deseando escapar de los fuertes calores de Nueva Delhi durante las vacaciones de Semana Santa, elegimos viajar a Dharamsala, el lugar de exilio del Dalai Lama en la India, y de muchos otros tibetanos, que huyendo de la invasión China se asentaron en las estribaciones de la parte india de la cordillera de los Himalayas y así poder preservar su cultura abolida en Tibet.
Este hogar de acogida de los tibetanos en exilio se asienta en una serie de colinas que están entre 1.500 y 2.000 metros de altitud. La temperatura placentera de ese lugar, en contraste con el calor de Delhi que a mediados de marzo sitúa los termómetros sobre los 35 º C, invitaba a disfrutar de ascensiones hacia picos más altos donde la nieve estaba todavía presente. Caminamos por senderos escarpados bordeados por numerosos rododendros en flor que nos regalaban una dicotomía de colores vivos con sus ramilletes de flores rojas que contrastaban con el verde oscuro de los abetos.
Uno de los días, nos cogió lluvia al poco rato de iniciar la caminata, y tuvimos la suerte de poder resguardarnos en uno de los conocidos centros budistas internacionales, llamados ‘Tushita’. Pequeño centro, a las afueras de McLeod Ganj -la población que está un poco más arriba de Dharamsala-, situado en plena naturaleza, y muy cerca de donde nos hallábamos.
Pasamos varias horas en la salita de lectura de su pequeña biblioteca disfrutando de alguno de los libros que elegimos al azar de entre todos los que se hallaban en las estanterías, ¿o quizá ellos nos eligieron a nosotros? El libro que ‘me eligió’ a mí se titulaba: “Boundless Healing”, que traducido literalmente al español sería algo así como “Sanación sin Límites”. El prólogo que había sido escrito por Daniel Goleman -autor del conocido libro “Inteligencia Emocional”-, me gustó por su sencillez. Tomé unas pequeñas notas que hoy comparto con vosotros y donde incluyo un corto resumen traducido al español:
«Todos hemos tenido momentos en nuestras vidas en los que nos hemos visto absorbidos por la belleza de alguna cosa, o hemos estado ocupados haciendo algo que nos gustaba tanto que el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta. Estos luminosos momentos son tesoros en nuestras vidas ya que nos permiten escapar de nuestras preocupaciones cotidianas en las que la mente suele estar entretenida.
La esencia de este regalo es tener la mente y el corazón en paz. Los numerosos estudios científicos realizados en los últimos años sobre la relación que existe entre nuestro cuerpo y nuestra mente indican que estos luminosos momentos se reflejan en nuestra salud física. En la actualidad hay muy pocas dudas acerca de los beneficios que reportan estos estados de bienestar en nuestro sistema inmunológico el cual se hace más resistente a gérmenes, virus y diversas enfermedades del corazón.
Algunos factores que influyen sobre nuestra salud pueden escaparse a nuestro control (contaminación atmosférica, radiaciones de telefonía, contaminación alimentaria, etc.), pero uno delos factores de riesgo más importantes, y sobre el que sí podemos tener control directo, es el de nuestra mente.
A pesar de conocer este hecho, la medicina moderna –con su inmenso arsenal de máquinas y medicamentos- no puede decirnos como entrar en este estado de paz que puede ofrecernos tantos beneficios positivos para nuestra salud…»
Hoy día alcanzar dichos estados de paz y bienestar está al alcance de cualquier persona que lo desee. Sin necesidad de tener ninguna cualificación específica, ni de realizar ningún cambio drástico en su forma de vida. Es más que nada, como muchas cosas en la vida, cuestión de aprendizaje, cuestión de técnica. Creo que no hay nada que nos pueda beneficiar más en nuestra vida que aprender a descansar la mente cuando no la necesitamos, ya que es ahí, en la mente, donde se originan la mayoría de nuestros problemas, especialmente cuando nuestra mente está ocupada con pensamientos negativos que van desde penas del pasado a miedos del futuro, prácticamente la mayor parte del tiempo.
En el transcurso de mis largos años de búsqueda personal tuve la gran fortuna de toparme con la que para mí sería la técnica más sencilla y al mismo tiempo más poderosa para conseguir estos estados de paz y bienestar. La técnica era la meditación “Vipassana”. Opinión compartida por otros muchos ‘buscadores’ con los que me he cruzado en mis muchos viajes a través de distintas geografías, de distintas razas y credos. Una técnica que puede ser enseñada en escasamente 10 minutos, y que cuando la dominas te permite obtener tremendos beneficios: paz interior, ecuanimidad, objetividad, positivismo, mucha energía…, y a consecuencia de todo ello sanar dolencias físicas, mentales y emocionales. Una silenciosa revolución transformadora, como suelo llamarla yo.
Si bien es cierto que la meditación Vipassana es fácil de aprender, no lo es tanto el incorporarla en nuestros hábitos cotidianos. Para ello es necesario sumergirse una primera vez en un retiro de meditación de 10 días, en silencio, donde el participante no solo domina e integra la práctica de esta poderosa técnica de meditación sino que además realiza una profunda limpieza a nivel físico, mental y emocional, permitiéndole salir renovado y transformado. Es su trabajo personal durante cada día del retiro lo que le permite marcar un antes y un después, y llevarse puestas herramientas muy útiles para el resto de su vida.
Con la experiencia y los conocimientos adquiridos, en los 12 años de vivir en India investigando en el campo de la salud integral y la metafísica aplicada, hemos podido crear un retiro único, muy especial. Tomando como base la meditación Vipassana, le hemos incorporado una cuidadosa selección de actividades y técnicas complementarias que, junto con las enseñanzas que impartimos sobre el ‘Arte de Vivir’ y de ‘Ética de Vida’, el participante puede obtener resultados inmensamente gratificantes, consiguiendo acelerar su proceso evolutivo, de sanación, y lo que es más importante, de gran empoderamiento personal.
A este especial retiro le hemos dado el nombre de “Viaje al Interior”, rebautizado por muchos participantes al finalizar el retiro como ‘vacaciones mágicas’, precisamente por este gran efecto transformador.
¿Te animas a participar en este transformador retiro practicando ese noble silencio para obtener paz en la mente y apertura en el corazón? Si te sientes atraído por la propuesta, te esperamos con ilusión para acompañarte en este viaje de autodescubrimiento.
Si compartes esta información con tus contactos alguno podría beneficiarse inmensamente y quedarte eternamente agradecido.
Lola Feliu